Fueron 2 intensos años, en
los que todos los días te veía ahí, siempre parecía que me esperabas, era todo
tan perfecto que parecía irreal. Un gesto tuyo hacia que enloqueciera, me
hacías sacar una sonrisa. ¿Sabes? Me dabas fuerza. Cerraba los ojos y decía
“soy feliz”. Poco a poco todo se fue perdiendo, no sé cómo ni por qué pero
aquellas mañana miraba y ya no estabas. De repente fallabas, sin embargo otras
veces hacia que volviese a creer que todavía estabas ahí. Un día me entere de
algo que dolió, habías encontrado a otra; lo esperaba, era algo que se veía
venir, era imposible que estuvieses ahí siempre, dedicándonos simples miradas
que no llegaban a nada. A partir de ahí me mentalice y creí que lo mejor sería
olvidarte, ya no mirarte más y seguir adelante. Pronto ni tu ni yo nos
mirábamos, todo se había roto, ya nada era igual, pero creo que fue lo mejor.
Crear falsas expectativas es mi mayor error, por ello, adiós.
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